Ecuación de Drake

       Reconozco que uno de las primeros motivos por los que empezaron a interesearme las Matemáticas desde pequeño, es que con ellas tenía  la sensación de que podía demostrar cosas a otras personas y éstas me habían de creer, tanto si les gustaba como si no. Crecí, y cuando estudié esta carrera me di cuenta de que como toda obra creada por el hombre, la Matemática es limitada, quiero decir, dentro de las Matemáticas están las paradojas y otros problemas cuyas soluciones o no las podemos encontrar o nunca sabremos si lo que hemos obtenido es verdadero o falso. Más que sentirme defraudado por estos resultados, me estimularon aún más para curiosear en otras ramas del conocimiento.
  
       Aludo esta introducción de un sentir personal  porque veo cómo a menudo se utilizan las Matemáticas  como un especie de revestimiento de veracidad de ciertas opiniones. Al leer algunos resultados (casi siempre dados en términos probabilísticos) no dejo de sentir esa impresión que tenía cuando era niño: si algo es matemático debe ser verdadero, me guste o no. Las Matemáticas a veces son usadas como una especie de protector omnipotente de opiniones. Esto puede ser peligroso porque a veces se utilizan como una herramienta muy potente de manipulación. La prensa económica y política son ejemplos claros.

       Pero lo más curioso, es que también podemos encontrar este uso de las Matemáticas en ciertos resultados de corte científico. Es el caso de la Ecuación de Drake, un resultado a partir del cual se puede tratar el problema de la existencia de civilizaciones extraterrestres como una cuestión de probabilidad, es decir, como algo parecido a un problema matemático.

       Se trata de una ecuación construida a base de "estimaciones razonables". Si la vida fuese cuestión de probabilidad, según la Ecuación de Drake, se puede estimar que existen 10 elevado a 20 (un 1 seguido de 20 ceros) planetas de tipo terrestre en el universo observable. Ya que la vida se ha podido iniciar en cualquiera de ellos (de hecho, lo hizo en el nuestro), la probabilidad de la existencia de la vida habría que multiplicarla por un factor de diez mil millones.

¿La creación como un problema de probabilidad?


       A partir de esta ecuación, parece ser que el universo debería estar rebosante de una vida de la que aún no tenemos ni idea de dónde está. Me pregunto si este resultado es aceptable, o bien si nos estamos dejando llevar por el deseo de no sentirnos solos en el universo, revistiendo para ello todo el problema de un modo matemático y por tanto, aparentemente veraz.

      En otra entrada ya advertí de que la vida ha sido susceptible de ser tratada como una cuestión de probabilidad, como algo parecido a un problema  matemático. En concreto, me resultan muy curiosos los cálculos estimativos de la existencia de vida en otros mundos en base a la famosa fórmula de Drake. En ella se van multiplicando las probabilidades de que exista una estrella como la nuestra, de que tenga un planeta como el nuestro, de que hayan desarrollado vida, de que esa vida desarrollada sea inteligente, etc. 

       Ciertamente. No puedo llegar a entender cómo a esa expresión se la pueda llamar fórmula, ni que el radioastrónomo del SETI Frank Drake haya pasado a la historia de la Astronomía por tan insignificante aportación. Sin embargo todo aquél que haya leído ciencia sobre la vida extraterrestre se ha topado con ella.

El radioteslescopio de Arecibo, del proyecto SETI  
de búsqueda de inteligencia extraterrestre,
 hoy parado por falta de fondos (y porque pocos creen en él)

       Supongamos que tenemos un planeta idéntico a la Tierra, ¿cuál es la probabilidad de que desarrolle la vida?. Resulta que no tenemos ni la menor idea de contestar a esto, por tanto la fórmula de Drake, además de pueril, es perfectamente inútil. Encima, si alguna vez fuéramos capaces de contestar a esto, el resto de la fórmula no sería más que un conjunto de obviedades.

       Sin embargo, los resultados que de ella se desprenden se utilizan como argumento matemático casi siempre favorable de la existencia de vida inteligente en otros mundos.

        Pero no sólo los argumentos a favor de la existencia de vida fuera de nuestro planeta (y también vida inteligente) han sido revestidos de forma matemática. Al hablar de vida extraterrestre encuentro una cierta tendencia a relacionar conceptos aparentemente cercanos, pero que pueden que no tengan una relación recíproca. Por ejemplo, resulta del todo injustificado que identifiquemos agua y vida. La vida terrestre precisa de agua, pero no necesariamente donde haya agua en estado líquido debe haber vida. Es engañoso relacionar sólo agua con vida porque no sabemos lo que necesita la vida, probablemente mucho más que agua.

       Otro ejemplo: cuando se habla de zona de habitabilidad en un sistema planetario similar al nuestro, no debe entenderse que esté realmente habitado; a lo sumo, que nosotros podríamos vivir allí.

      Es curioso que en ocasiones, observando ciertos organismos terrestres que viven en condiciones muy adversas para la vida, se tienda a extrapolar y creer que lo raro sería que no existiese ningún exoplaneta que no la tuviera. Por ejemplo, a Río Tinto se le ha llamado el Marte español; como se ha encontrado una gran diversidad en este lugar tan aparentemente adverso para la vida, resulta fácil caer en la tentación de relacionar este hallazgo con una posible vida en la superficie marciana. Cuidado: se está confundiendo habitable con habitado y entre estos dos conceptos dista un abismo.

Minas de Río Tinto. ¿Un astronauta en Marte?

       A todo lo anterior le podríamos añadir el Principio Cosmológico a partir del cual se basa toda la Astronomía moderna (el Universo es isótropo y por tanto homogéneo), es decir, aproximadamente igual en todos sus puntos (igual densidad, temperatura, composición química, etc.), refiriéndose por su puesto a escalas muy grandes (unos 300 millones de años luz, al menos). Este principio se puede aplicar a la vida ya que en base a éste, no sólo la vida debe estar diseminada por todo el universo de manera homogénea sino que hasta el número de seres vivos es el mismo da igual hacia dónde miremos en el cielo.

       Pero por más que el principio cosmológico nos convenza de que la vida debería estar diseminada por todo el Universo, no estaríamos más que ante otra trivialización con la que se aborda el tema de vida extraterrestre, muchas "argumentadas" lapidariamente por admirados especialistas ("Si no existiera vida extraterrestre en el Universo, ¡cuánto espacio desaprovechado!" - Carl Sagan)

Carl Sagan, extraordinario científico y divulgador
 y un gran soñador de la existencia de vida extraterrestre.

       Como ya señalé al principio, si la vida fuese sólo cuestión de probabilidad, en base a la Ecuación de Drake,  se puede estimar que existen 10 elevado a 20 (un 1 seguido de 20 ceros) planetas de tipo terrestre en el universo observable. Ya que la vida se ha podido iniciar en cualquiera de ellos (de hecho, lo hizo en el nuestro), la probabilidad de que la existencia de vida habría que multiplicarla por un factor de diez mil millones. La Ecuación de Drake, el principio cosmológico que parece indicar que la vida es casi una exigencia, la inmensidad del universo... todo está a favor de un universo rebosante de vida.

       ¿Pero dónde está? (Paradoja de Fermi). 

      No creo que sea sólo cuestión de tiempo y dinero (más misiones al espacio) o de sentarnos a la espera de recibir un mensaje extraterrestre. Me imagino que en todo esto algo está fallando. Sinceramente creo que nos dejamos llevar por el deseo de no sentirnos la única civilización en el Universo, y enmascaramos un simple deseo con la veracidad y la seguridad que pueden aportarnos las Matemáticas, cuando creo, que la cuestión de vida extraterrestre no pasa por ser un problema matemático de complicados cálculos y discutibles estimaciones. Pasa irremediablemente por comprender bastante más el proceso de biogénesis, algo de lo que todavía estamos en pañales, o bien por algo mucho menos probable: que algún día vengan a visitarnos o bien nosotros los visitemos a ellos.


Un acontecimiento tan extraordinario
 necesitaría de una explicación extraordinaria- Carl Sagan


           La posible vida en Marte en un informativo de televisión.



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